Ayer tierra de Arrieros
Hoy, Campo de Tiro del Teleno
Castilla, la vieja castilla de campos inmensos
y murallas blancas,
dice que no eres castilla;
y en sus montañas, el reino de León te esconde
para ocultar al mundo el fantasma de su miseria,
mientras tú, tierra maragata,
te debates en metralla negra de cañones que revientan.
Tus montes, rotos por el trueno y el espanto,
gritan aturdidos su grito sordo
de libertad,
y velan el sueño eterno de tu dios Teléno
que quiso así
ignorar, la ceniza amarga que el hombre hizo de ti con su vergüenza.
Hoy, Campo de Tiro del Teleno
Castilla, la vieja castilla de campos inmensos
y murallas blancas,
dice que no eres castilla;
y en sus montañas, el reino de León te esconde
para ocultar al mundo el fantasma de su miseria,
mientras tú, tierra maragata,
te debates en metralla negra de cañones que revientan.
Tus montes, rotos por el trueno y el espanto,
gritan aturdidos su grito sordo
de libertad,
y velan el sueño eterno de tu dios Teléno
que quiso así
ignorar, la ceniza amarga que el hombre hizo de ti con su vergüenza.